Muchas familias nos consultan por problemas de estreñimiento en sus “peques”. Este trastorno intestinal causa molestias e incluso complicaciones en quienes lo padecen y puede ser fuente de conflictos y ansiedad en las familias.
¿Qué es el estreñimiento?
Definimos el estreñimiento como el aumento excesivo en la consistencia de las deposiciones, acompañado de molestias en la defecación o defecación incompleta. Habitualmente estos niños también presentan una disminución en la frecuencia de las visitas al inodoro. Las heces que se producen son de mayor dureza y tamaño de lo habitual, produciendo en ocasiones fisuras anales que aumentan el dolor.
El estreñimiento ¿puede ir acompañado de otros síntomas?
Sí, los pacientes con estreñimiento no es infrecuente que presenten:
- Hinchazón y sensación de no haber vaciado debidamente.
- Dolor abdominal.
- Sangre en las heces, cuando hay lesiones anales.
¿Por qué se produce el estreñimiento?
El estreñimiento es funcional en más del 95% de los casos, sin una única causa que lo produzca, desarrollándose por combinación de distintas circunstancias:
- Una dieta pobre en fibra.
- Abuso de una dieta desequilibrada centrada en la toma excesiva de productos lácteos.
- Insuficiente ingestión de líquidos, que puede verse agravado por la realización de actividades que supongan una pérdida de líquidos, como ejercicio físico.
- Retraso o evitación voluntaria para ir al baño por estar jugando, en clase del colegio, baños públicos, vergüenza, dolor…
- Retención por toma de ciertos fármacos.
- Existencia de una enfermedad transitoria que altere el ritmo normal de evacuación quedando secundariamente el estreñimiento.
- Causas emocionales: fobia al baño o al orinal, abuso sexual, nacimiento de un hermano, problemas familiares, depresión.
Recomendaciones para las familias de niños con estreñimiento
- Instaurar regularidad en hábitos cotidianos. El mejor momento para intentar evacuar es después del desayuno, o bien, buscar un tiempo de tranquilidad después de las comidas.
- Alimentación adecuada con fibra y líquidos. Enseñar a los niños a comer y apreciar estos alimentos. Especialmente frutas (no sustituir por zumos) y verduras.
- Cuando aparece el dolor, seguir las prescripciones que os damos en la consulta.
- Refuerzo positivo: Cada vez que consigue una deposición, además de felicitarle, se le puede poner una pegatina o un dibujo en la mano como premio. Animar y entender, no regañar. Dedicarle tiempo y transmitir tranquilidad
- Registro diario de las heces: Ayuda a valorar los resultados del tratamiento y es un incentivo para el niño y la familia.
- Informar al colegio cuando proceda y se permita al paciente salir al baño cuando lo necesite.
- Técnicas de relajación: Puede ser efectivo enseñar al niño alguna técnica de respiración que le ayude a relajarse. Los masajes abdominales pueden ayudar a la movilización de las heces y alivian al niño.